El mantenimiento preventivo de la montura debe realizarse cada semana, lavando la montura con agua sin ningún tipo de detergente o algún elemento que contenga alcohol, trata de secar lo mejor que puedas la montura sin tocar los lentes. El mantenimiento correctivo se debe realizar cada 3 meses a cargo de un técnico óptico ya que por el uso de la montura tiende a desajustarse y en ocasiones crear visión borrosa.